lunes, 25 de julio de 2011

Tengo

Tengo nudos en el corazón, rasguños en el alma, gusanos en el estómago. Pensamientos en pausa, emociones como torbellinos, angustia a flor de piel. Tengo palabras atoradas, labios con recuerdos, manos con sensaciones. Lágrimas invisibles, melodías tristes girando en mi cabeza, poesías a medio leer. Tengo ganas de tus brazos, ausencia de tu perfume, recuerdo de tu sonrisa. Huracanes de culpas, dolores en el pecho, gastritis emocional. Tengo deseos de no desearte, ilusiones de no ilusionarte, odio por no odiarte. Tengo todo, tengo nada... No te tengo, ni tú a mí.

jueves, 21 de julio de 2011

Caducidad

Jamás lo vimos venir, la vida con ojos cerrados parece tan fácil, nunca miramos la etiqueta para ver si teníamos fecha de caducidad, no presentíamos que cada vez que nos tomábamos de la mano en verdad ya no las sentíamos. Una semi sonrisa, un beso forzado, un lado de la cama que ocupar. Y siempre te dije que era la heroína, que a mí nadie me salvaba en las batallas, pero esta no la puedo ganar, no sé ni como empezó y voy a saber como terminarla?...una compañía, tardes de silencios, queda algo de nosotros en nosotros? o debemos conformarnos con esto que se sostiene a duras pena como una mesa coja?...no pido todo, tampoco quiero conformarme con "nada", un abrazo sincero, la sensación de que no te estoy aburriendo, de que no somos un trámite en nuestras vidas, pero nunca ves nada, no preguntas, no dudas, no me miras con ojos de desconfianza, ni pones en la balanza lo que tenemos y perdemos.
Por favor, sálvame de esta...

miércoles, 6 de julio de 2011

Demonios estrellados

Son los miedos los que empañan este panorama, de esos miedos que te carcomen las ideas. Y los demonios han quedado libres en mi mente, vagan entre mis pensamientos, pero son tu ojos... Esos ojos que derraman dulzura, que me observan con ternura. Son ellos los que me atrapan el alma, sacuden ese espacio que queda entre mis sueños y la realidad. Son tus labios, los que me cubren de ese sabor celestial, los que espantan mis demonios, dejando mi cabeza abismada en un estado sicodélico de pensamientos estrellados... Son tus manos, las que se cuelan entre mi piel, las que me hacen transformar los miedos en deseos y los deseos en un infinito juego de caricias. Caricias que pintan colores, que se quedan en el latente de mi alma ofuscada. Quiero vibrar al son de tu respiración agitada, robarte infinitas miradas, golpear mis labios con tus besos y caer desfallecida en un colchón de nubes doradas... Déjame atesorar tus ojos, perderme en tus labios, saltar al precipicio tomada de tus manos... Miedos, demonios y un infinito abrazo tuyo.